UNA NOVELA DE FANTASÍA CLÁSICA

 URSULA K. LE GUIN Y EL UNIVERSO DE TERRAMAR

Esta semana he decidido adentrarme por primera vez en el universo de Terramar. Había escuchado hablar de Ursula K. Le Guin como una de las autoras más influyentes del siglo XX en la fantasía. Sin embargo, hasta ahora no había leído ningún libro escrito por esta autora. A continuación podréis leer la reseña de Un mago de Terramar, una de las primeras novelas que escribió y la que abrió la puerta a un sinfín de lectores al universo que había creado, pero primero hablemos un poco de la autora, ya que lo tenemos por costumbre y en este caso, por la grandeza de Ursula, merece mucho la pena.

Ursula Kroeber Le Guin nació en 1921 en Estados Unidos, concretamente en el estado de California. Desde una edad muy temprana, se sintió atraída por las historias de fantasía y de ciencia ficción. Ella misma contaba en entrevistas que pasaba largas horas leyendo junto a sus hermanos algunas de las obras que más tarde influirían en su manera de escribir.

Con tan sólo 11 años de edad, probaría suerte en el mundo de la literatura; escribió un cuento que tristemente fue rechazado por una editorial, lo que provocó que no intentase volver a publicar una de sus obras hasta varios años más tarde. Su suerte cambiaría en 1959 cuando logró que su poema Folksong from the Montayna Province viese la luz y fuese conocido por el gran público. A partir de ese momento, comenzaría una extensísima carrera en la que publicaría multitud de obras de diferentes géneros y estilos: relatos, guiones, novelas, poemas... 

En 1968 publicaría la obra de la que hablaremos hoy, Un mago de Terramar. Después de la publicación de esta novela y de otras similares, su popularidad aumentaría sobremanera y sería reconocida por el público y otros escritores como una de las mejores escritoras contemporáneas. Ursula fue una artista polifacética durante 60 años, y es que no dejó de deleitar a sus lectores con su imaginación y su talento hasta el día de su muerte. El 22 de enero de 2018 fallecía en su casa de Portland, probablemente víctima de un ataque cardíaco. Este acontecimiento pondría punto y final al desarrollo de sus obras, pero no así al legado que nos dejó, el cual aún perdura y lo hará para siempre.

INFLUENCIA DE K. LE GUIN EN LA FANTASÍA MODERNA

En primer lugar, he de decir que Ursula no sólo ha tenido influencia en el ámbito fantástico, sino que su literatura ha transcendido fronteras y ha servido como referencia para una gran cantidad de creadores de historias independientemente de su género.

Algunos escritores como Orson Scott Card (El juego de Ender) o Neil Gaiman, (tenemos una reseña de Nerverwhere en el blog), han mostrado claramente la influencia recibida por Ursula en sus obras. Algunos autores opinan que sus novelas de ciencia ficción son todo un paradigma y un marco de referencia para el género, llegando a compararla con obras de la envergadura de Frankenstein.

Aquí vamos a hablar de los elementos que aparecen en Un mago de Terramar y que yo he percibido que  han sido tomados por otros autores más recientes que han triunfado en la actualidad.

Durante la novela podemos ver como Ged, el protagonista, desarrolla habilidades mágicas y acaba decidiendo acudir a una escuela de hechiceros donde puede aprender y potenciar todo su talento. La ambientación es medieval y en la escuela hay varios profesores, cada uno es experto en una materia e imparte clases de la misma. El director Nemmerle, aquí conocido como el Archimago, lleva el timón de la escuela. Es un hombre sabio y enigmático. Os suena de algo, ¿verdad? Además, Ged encontrará a otro alumno bastante desagradable. Iniciará una enemistad con él que marcará el transcurso de la trama.  Sí, Harry Potter bebe claramente de la idea de Ursula para crear Hogwarts. 

Alguno muy avispado dirá: En El nombre del viento de Patrick Rothfuss también sale la Universidad que funciona de forma parecida y Kvothe tiene un enemigo en ella llamado Ambrose. Claro, tienes razón. ¿Crees que no me he dado cuenta? Yo no suelo desaprovechar una oportunidad para hablar de mi obra favorita. Así que vamos a hablar de ella en el siguiente párrafo, analizando la magia de Un mago de Terramar.

La magia en Terramar se basa principalmente en que todos los elementos que componen el mundo, incluyendo las propias personas, tienen un nombre oculto y desconocido. Si un mago es conocedor de este nombre puede dominar a esa persona a su antojo o a otros elementos como el mar, el viento (sí, el viento), el fuego... 

Quien haya leído Crónica del Asesino de Reyes de Patrick Rothfuss sabe de sobra que parte de la magia que inserta Rothfuss en su universo es muy similar a la de Terramar. Y quien no lo haya leído... Pues mira, lo iba a explicar, pero creo que lo mejor que te puedo decir es que te leas esos libros. Después podéis contactar conmigo y lloramos juntos porque todavía no ha salido el tercero. 

SINOPSIS Y OPINIÓN

Como acostumbramos (bueno, como acostumbro. Las reseñas sólo las escribo yo, no sé por qué hablo en plural), finalizo la entrada del blog hablando de la trama de la novela.

Un mago de Terramar nos cuenta la historia de Ged, un niño que desde una edad muy temprana demuestra estar en posesión de habilidades mágicas. Abandona la aldea en la que vive tras una batalla para marcharse a vivir con el mago Ogión, este será su maestro y mentor durante una etapa de su formación. Más tarde, Ged marchará a la Escuela de Hechicería. Allí, demostrará su extraordinario talento y precocidad, hará amigos y enemigos. Su orgullo terminará desatando un antiguo y maligno poder que lo perseguirá hasta los confines del mundo.

Mi opinión personal es que Un mago de Terramar es un gran libro, fácil de leer y además es bastante corto (menos de 200 páginas en su formato digital). Es una lectura muy amena que recomiendo encarecidamente a todos los amantes de la fantasía, y también para los que a pesar de no ser grandes fans del género quieran leer algo distendido e interesante.

 

Muchas gracias por leerme.

 

Un saludo y nos vemos (me leéis, más bien) la semana que viene con la reseña de El metal perdido de Brandon Sanderson.